Fuimos
a la clínica para empezar nuestro proyecto de una vez por todas, ya habíamos
perdido una clase entera. Cuando llegamos fuimos directamente a donde nos
asignaron. Fuimos a una especie de almacén, el cual contenía cientos de hojas
de vida de los pacientes que habían sido y son atendidos ahí. Había una
señorita, que estaba encargada de ordenar todos estos fólderes de los pacientes
según su código.
Nos
dijeron que teníamos que ayudarla a clasificar y ordenar en el nuevo almacén
todos esos files. Así que empezamos, lo primero que nos dijo que la ayudáramos
a hacer, fue clasificar /ordenar los files según su código. Había mucho polvo y
tierra y hacía mucho calor, por lo que esto se tornó un poco más difícil de lo
que ya era. Una vez que ya teníamos una buena cantidad clasificada por código,
los pusimos en una camilla y los llevamos al nuevo almacén.
Cuando
llegamos, vimos que ella ya había avanzado mucho, lo cual nos sorprendió. La
ayudamos a guardar todos estos fólderes y ya, habíamos terminado por ese día.
Reflexión:
Aprendimos
a valorar el trabajo de la señorita, ya que eran muchos documentos y todo lo
hizo ella sola. Nosotros la ayudamos a ordenar los últimos que quedaban.
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